La planta baja, a la que se accede desde la calle de las Tornerías, se abre a los depósitos romanos con arcos de granito de medio punto. La planta alta alberga el lugar de culto, conservándose restos del mihrab y el muro de la qibla. En el piso superior, al que se accede por una estrecha escalera, está la Mezquita de Tornerías propiamente dicha.
Su planta es irregular cuadrada y los espacios interiores se organizan en nueve compartimentos de planta cuadrada. Estos se encuentran cubiertos con cúpulas vaídas de ladrillo, excepto el central, con especial relevancia en su cúpula nervada. Dispone también de arcos de herradura sobre columnas bajas con capiteles macizos.
La Mezquita de las Tornerías conservó su culto incluso después de ser tomada la ciudad por Alfonso XV; se desacralizó por los Reyes Católicos entre 1498 y 1505. Hasta hace poco ha albergado el Centro de Promoción de la Artesanía.
Visitar la Mezquita de Tornerías
Una de las opciones que tenemos para visitar el interior del templo es acudir a alguna de las exposiciones temporales. Éstas se organizan con cierta regularidad, y aparte de conocer el contenido de la exposición, permiten ver el edificio por dentro.