Se cuenta que en esta Plaza de Zocodover comenzó a balbucearse la lengua castellana. También se cuenta que el rey Fernando III el Santo, desde su trono, escuchaba las quejas de sus súbditos aplicando justicia. Se sabe que fue aquí donde el Rey Fernando el Católico proclamó Reyes de Castilla a su hija Juana la Loca y a Felipe el Hermoso. En esta plaza se ajusticiaba a los condenados a muerte. Estos recibían consuelo en los últimos momentos por los Hermanos de la Cofradía de la Sangre.
En uno de los laterales se puede contemplar el conocido como Arco de Sangre. Es uno de los pocos elementos que sobrevivió a la Guerra Civil Española.