Convento de la Concepción

Convento de la ConcepciónEl Convento de la Concepción se fundó en 1632. El templo conventual se terminó en 1671, fecha en la que se consagró solemnemente; en 1677, año del fallecimiento del cardenal don Pascual de Aragón, su mecenas, están prácticamente terminadas las obras de las dependencias conventuales.

La planta de la iglesia es rectangular, de una sola nave dividida en tres tramos. Así, no tiene forma de cruz latina. Destaca por su apurada sencillez. Tanto este aspecto como su marcada desornamentación son los criterios manejados en todo el interior. La contrapartida, no obstante, está en la nobleza de los materiales utilizados para los retablos; los enmarques de cuadros; y las placas con inscripciones: mármol, jaspes y bronces. Cada uno de los detalles que configuran este espacio arquitectónico está ejecutado con una exquisitez y un acabado final que sorprenden.

Entre las dependencias conventuales hay que destacar el pequeño claustro. Actúa como elemento distribuidor de estancias. Está formado por dos pisos de cuatro galerías cada uno que, a través de diferentes arquerías de medio punto, se abren a un patio. El exterior es de ladrillo visto con rafas de piedra, de volúmenes cúbicos y perfiles rectilíneos. El Convento de la Concepción está situado muy cerca de la Plaza de Zocodover.

El Convento de la Concepción en la actualidad

El convento ha sido objeto de restauraciones y renovaciones a lo largo de los años para mantener su integridad estructural y preservar su valor histórico. A pesar de los cambios, ha conservado su esencia y sigue siendo un testimonio de la historia religiosa de Toledo.

Hoy en día, el Convento de la Concepción es un lugar de vida religiosa activa y no suele estar abierto al público en general. Sin embargo, su arquitectura y su ubicación en el centro de Toledo lo convierten en un hito importante de la ciudad y un símbolo de la herencia religiosa y arquitectónica de Toledo a lo largo de los siglos.

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