El Arco de Sangre está situado en uno de los laterales de la Plaza de Zocodover. Es la vía histórica de comunicación de la Plaza principal con los caminos que procedían del sur y este. Todos ellos confluían en el Puente de Alcántara.
Se construyó en el siglo X bajo la dominación árabe. Era, probablemente, el único espacio abierto que existía en la muralla interior en esta época islámica. Dicha muralla se extendía en bajada desde el Alcázar hasta la Plaza de Zocodover. Rodeaba la ciudad hasta terminar otra vez en el Alcázar.
Su nombre se debe a que la capilla que había sobre él era la sede de la cofradía de la Preciosa Sangre de Cristo. Ésta atendía a los que iban a ser ajusticiados: bien en la propia plaza; bien en el Brasero de la Vega junto a la Puerta Nueva de Bisagra.
Historia reciente del Arco de Sangre
La puerta del Arco de Sangre está formada por un arco de herradura. Por lo tanto, es el único vestigio de época árabe que se conserva en la plaza. Y es que después de 1936, la Guerra Civil española causó estragos en todos los edificios de la plaza salvo en este magnífico arco.
Desde este arco que preside toda la plaza, el Arzobispo de Toledo hace su tradicional alocución todos los años en la celebración de la Semana Grande, El Corpus Christi de Toledo, fiesta que esta declarada de Interés Turístico Internacional.
El Arco de Sangre es un importante punto de referencia en Toledo y se ha convertido en un destino turístico popular. Los visitantes pueden explorar su arquitectura medieval y aprender sobre la historia de la ciudad mientras pasean por sus alrededores.
Este antiguo arco es un testimonio de la rica historia de Toledo y de su importancia como una de las ciudades medievales más relevantes de España.